sábado, 9 de noviembre de 2013

Es por la mañana, recién despierta, Olaya escucha desde su cuna el compositor del mes George Bizet, mientras tanto garabatea en una libreta o se recuesta para estar más cómoda según lo que le apetezca.
Comienza el día, un día lleno de momentos estimulantes y novedosos para mi pequeña ya de 20 meses.
Y pienso, en el desconocimiento sobre el tema en otros padres, y no solo eso, el modelo de crianza que la sociedad ha ido transformando al hilo de las circunstancias.

Este modelo de crianza ha apartado a las madres de los hijos, aparcándolos en guarderías, canguros, actividades extraescolares y familiares más cercanos. Desapareciendo de este modo en los primeros años de vida tan importantes para el ser humano, el calor que sólo una madre puede transmitir. Y lo siento por los padres pero la naturaleza es así, no la he inventado yo.

Me refiero a ese calor en el sentido figurado y complejo de la palabra: confianza, atención, respeto, protección, amor... y sobretodo la imitación por la cual aprenden como grandes supervivientes, para adaptarse a un medio inseguro, inhóspito y lleno de barreras antiestimulantes para el desarrollo del bebé.
Es lo que Glenn Doman, E. Suziki, Francisco Kovacs y otras figuras relacionadas con la Estimulación temprana desde varias disciplinas describen en sus escritos: la filosofía del lenguaje materno, la imitación y la repetición.
Y vuelvo a la desinformación de los padres que delegan la educación y formación de sus hijos a la sociedad carente de valores, un lugar lleno de malos ejemplos a imitar, un entorno no muy propicio a la superación, al aprendizaje. Sin llegar a describir nuestro sistema educativo y más, porque si fueran conscientes de la situación actual estaríamos hablando de otro país.

Esta reflexión me lleva a dos caminos: uno el de compartir  las experiencias de este viaje por la Estimulación temprana y otro, el de crear un punto de información y encuentro de padres que estén desarrollando estas tareas y quieran intercambiar opiniones y ayudarse.
 Así como aquellos que se vean con las riendas en las manos a la hora de educar y formar a sus hijos y aprovechar los primeros años como si fueran los últimos. A esos valientes que se atrevan a nadar contracorriente, como lo llevo haciendo hasta ahora, les animo a participar en este camino en el que la siembra dará el mejor de sus frutos.
A partir de ahora el punto de encuentro será en http://neuropadrestimulantes.blogspot.com.es/